La importancia del aprendizaje radica en su capacidad para adquirir conocimientos, habilidades y competencias que nos permiten crecer, adaptarnos y tener éxito en diferentes aspectos de la vida. A través del aprendizaje, expandimos nuestras perspectivas, mejoramos nuestras capacidades y nos convertimos en individuos más completos.
Es fundamental comprender que todos aprendemos de manera diferente. Cada persona tiene su propio estilo y ritmo de aprendizaje, que refleja sus preferencias y fortalezas en la forma en que procesa, asimila y retiene la información. Reconocer y adaptarse a estos estilos de aprendizaje individuales puede marcar una gran diferencia en la eficacia y el disfrute del proceso de aprendizaje. En este artículo conoceremos cuáles son los estilos de aprendizaje, las características de cada uno, cómo podemos identificarlos y cuáles son los beneficios de explorar cada uno de estos.
Los estilos de aprendizaje se refieren a las preferencias y habilidades de los individuos cuando se trata de aprender nueva información. Según el autor, John P. Kotter, “Cada persona tiene un estilo de aprendizaje individual; no hay dos personas que aprendan exactamente de la misma manera”. Los estilos de aprendizaje se pueden dividir en tres categorías: kinestésico, visual y auditivo. Cada individuo tendrá un estilo de aprendizaje dominante con el que se sienta más cómodo, pero muchos también tendrán algunos elementos de los tres estilos. A continuación conoceremos cada uno de estos tres estilos con más detalle y discutiremos cómo pueden usarse para ayudar a los estudiantes a alcanzar sus metas académicas.
El estilo de aprendizaje visual se refiere a la preferencia de algunas personas por procesar y comprender la información a través de imágenes, gráficos, diagramas y representaciones visuales. Las personas con un estilo de aprendizaje visual tienden a retener mejor la información cuando se les presenta de manera visualmente atractiva y organizada.
Según Richard M. Felder, reconocido ingeniero y educador, “los estudiantes visuales aprenden más fácilmente y recuerdan mejor la información cuando se les presentan diagramas, gráficos, esquemas y demostraciones visuales” (Felder, 1996, p. 34). Estas personas encuentran más efectivo el uso de mapas mentales, imágenes, colores y presentaciones visuales para asimilar y recordar conceptos.
Este estilo de aprendizaje se centra en la preferencia de algunas personas por procesar y comprender la información a través de la escucha y el sonido. Las personas con este estilo de aprendizaje aprenden mejor cuando se les presenta la información de forma oral, a través de explicaciones verbales, conferencias, discusiones y actividades de aprendizaje auditivas.
En palabras de Neil D. Fleming, educador y autor del modelo VARK, “los estudiantes auditivos aprenden más fácilmente y retienen mejor la información cuando se les da la oportunidad de escuchar y discutir la información en lugar de leerla” (Fleming, 2001, p. 35). Estas personas encuentran más efectivo el uso de grabaciones de audio, debates y discusiones grupales para asimilar y recordar conceptos.
También conocido como aprendizaje táctil, es un estilo de aprendizaje caracterizado por una preferencia por el movimiento físico y la participación en el proceso de aprendizaje. Las personas con un estilo de aprendizaje kinestésico aprenden mejor cuando pueden participar activamente en actividades prácticas, manipular objetos y experimentar directamente con su entorno.
Según David A. Kolb, psicólogo y teórico del aprendizaje, “los estudiantes kinestésicos aprenden más fácilmente y retienen mejor la información cuando pueden realizar actividades prácticas, tocar y experimentar directamente con los objetos” (Kolb, 1984, p. 45). Estas personas encuentran más efectivo el uso de demostraciones prácticas, juegos de roles y experimentos físicos para asimilar y recordar conceptos.
Las características comunes de las personas con un estilo de aprendizaje kinestésico incluyen:
Identificar el estilo de aprendizaje de los alumnos puede ser un proceso enriquecedor que permite adaptar las estrategias de enseñanza y optimizar su experiencia de aprendizaje. A continuación, se presentan algunos consejos prácticos para identificar el estilo de aprendizaje de los alumnos:
Aunque tengamos un estilo de aprendizaje preferido, es importante desarrollar habilidades en diferentes áreas, esto puede ser beneficioso para fomentar la adaptabilidad. Al respecto, Richard M. Felder, menciona lo siguiente: “El crecimiento y la adaptabilidad se ven favorecidos por la ampliación de nuestras zonas de comodidad y por el desarrollo de habilidades en áreas que nos resultan menos naturales” (Felder, 1996)
Cuando nos desafiamos a aprender y mejorar en áreas menos preferidas, ampliamos nuestras habilidades y competencias. Este proceso de ampliación nos permite desarrollar una mayor adaptabilidad, ya que somos capaces de enfrentar diferentes situaciones y demandas del entorno de manera más efectiva.
REFERENCIAS:
Jéssica López,
Equipo editorial de Scala Learning
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