Noviembre 7, 2022

Lograr la igualdad de género

en educación nos corresponde a todos.

Igualdad de género en la educación

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, adoptados por líderes mundiales en la agenda de desarrollo sostenible de 2015 de las Naciones Unidas, buscan mejorar la vida de todas las personas. Se han planteado como una oportunidad para que países, organizaciones e industrias en todo el mundo generen acciones para poner fin a la pobreza y proteger el planeta. Uno de estos objetivos, el objetivo número 5: igualdad de género, busca lograr la equidad entre los géneros y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas. El sector educativo juega un papel muy importante para la consecución de este objetivo, acercando a más mujeres y niñas a fortalecer sus habilidades y conocimientos, y, asimismo, cerrar brechas salariales y permitir el acceso a posiciones laborales.

Incremento de la participación de la mujer en la educación superior

Según informes de la ONU, la participación de mujeres en la educación superior se triplicó a escala mundial desde 1995 hasta el 2018. En la siguiente ilustración se puede apreciar cómo la diferencia de la educación primaria y secundaria ha aumentado la paridad de la igualdad de género en la educación superior.

Por otro lado, una buena noticia sobre el trabajo que se está realizando en temas de discriminación de género se puede encontrar en el informe de la Unesco Mujeres en la educación superior: ¿la ventaja femenina ha puesto fin a las desigualdades de género?, en el que uno de los resultados indica que a nivel mundial, las universidades se centran más en medir el acceso de las mujeres a la educación superior que en el seguimiento de sus resultados

y tasas de éxito, unas cuatro de cada cinco universidades hacen un seguimiento de las tasas de solicitud de hombres y mujeres por separado y menos de dos tercios de ellas hacen un seguimiento de las tasas de graduación de las mujeres y cuentan con planes destinados a cerrar la brecha.

Retos a superar en temas de igualdad de género en la educación

El objetivo 5, igualdad de género, cuenta con seis indicadores que se refieren a las políticas y servicios de la universidad sobre la igualdad de género, lo que se traduce en una guía aplicable a todas las instituciones de educación superior y sus estudiantes. En el informe de la Unesco Igualdad de género: cómo actúan las universidades, se preguntó si las instituciones tienen las siguientes políticas que son formas directas y prácticas de abordar la disparidad de género en las instituciones:

  • Una política de no discriminación contra las mujeres.
  • Una política de no discriminación contra las personas transgénero.
  • Políticas de maternidad y paternidad que apoyen la participación de las mujeres.
  • Servicios de guardería accesibles para los estudiantes.
  • Servicios de guardería accesibles para el personal.
  • Una política de protección de las personas que denuncian la discriminación frente a las desventajas educativas o laborales.

La siguiente tabla refleja los resultados de estos indicadores en universidades a nivel global:

La siguiente tabla muestra la distribución por región de las puntuaciones para los indicadores.

Podría decirse que el cierre de brechas de la igualdad de género en la educación también está relacionado con la calidad educativa. A continuación, algunas recomendaciones de acciones específicas para impulsar la igualdad de género propuestas por el informe Mujeres en la educación superior: ¿la ventaja femenina ha puesto fin a las desigualdades de género?, publicado por la Organización de las Naciones Unidas:

  • Coordinar las universidades y los gobiernos para recabar y compartir datos sobre la participación femenina en la educación superior.
  • Mejorar la aplicación de las políticas y programas de diversidad para aumentar la plena participación de las mujeres en la enseñanza superior.
  • Evaluar continuamente las políticas de diversidad, así como de los resultados de la participación de las mujeres en la ES.
  • Tutorías y empoderamiento de las mujeres para que alcancen puestos de liderazgo.
  • Utilizar y aplicar las estrategias de prevención y respuesta a la violencia contra las mujeres, tanto a nivel nacional como de las instituciones de ES, siguiendo las mejores prácticas, como las promovidas por ONU Mujeres.
  • Desarrollar políticas e iniciativas de transparencia salarial, tanto a nivel nacional como de las instituciones de educación superior.
  • Aplicar iniciativas y programas para ayudar a los estudiantes a tomar decisiones informadas, libres de prejuicios de género, sobre sus futuros campos de estudio y carrera.
  • Plantear estrategias y campañas (por ejemplo, ferias, foros) para aumentar la participación femenina en carreras tradicionalmente dominadas por los hombres y mejorar la comprensión y participación de las partes interesadas al respecto. Esto podría incluir la orientación profesional para desmontar las falsas imágenes de las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas y su conexión sesgada con los estereotipos de género.
  • Desarrollo de la orientación sensible al género con formación profesional para profesores y consejeros.

Programas académicos con mayor desigualdad de género

Aunque el panorama es alentador, hay un factor importante que analizar en temas de equidad de género en la educación superior como lo es la participación paritaria en matrículas en las áreas de (STEM) ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Una perspectiva global de esta cuestión muestra que, en promedio, el 21% de los estudiantes de ingeniería son mujeres, y solo el 19% se enfoca en temas relacionados con la tecnología de la información y la comunicación (TIC).

De acuerdo con informes de Unicef, algunas explicaciones de la desigualdad de género en la educación son:

  • Normas y estereotipos de género que impactan de forma negativa la motivación de las mujeres para acceder a una carrera STEM. Crecer bajo un entorno en el que se exhiban estereotipos, tales como: las carreras STEM son para niños, afecta de forma negativa el interés, la motivación y el compromiso de las niñas por aspirar a este tipo de carreras en su futuro profesional.
  • Limitar la exposición al rol femenino en carreras STEM: el interés y la confianza de las niñas en sus habilidades en matemáticas y ciencias aumentan cuando encuentran referentes y modelos a seguir, escuchar y conocer las experiencias de mujeres expertas en temas STEM mejora la actitud de las niñas hacia este tipo de formación.
  • Entorno socioeconómico: tiene incidencia en la participación de las mujeres en carreras STEM.
  • No hay suficiente desarrollo de pedagogías con enfoque de género que permita incrementar el interés de las niñas y mujeres hacia la formación STEM.

Referencias

https://goo.su/i9nMZA

https://goo.su/NjCeIQd

https://goo.su/Jh8fS

https://goo.su/hH0sg

https://goo.su/n99M

https://goo.su/dFzOBHA